martes, 9 de marzo de 2010

Diario del omnisciente tuerto


Ya van más de tres meses, la agonía ya se nota en mi cara (revisar mi perfil), los esfuerzos por comunicarnos con algún otro grupo de supervivientes a través de la radio han sido, en vano, estos días, una mar de frustraciones.
Exceptuando el día de ayer, cuando captamos una señal prometedora... ¡al diablo se fue todo! Cuando escuchamos esa voz ronca hablando de Melmak, de gatos enlatados, de un tal Willy y su tarjeta de crédito sin fondos... en fin, la señal se cortó después de un minuto.
Debo confesar que aún guardo la esperanza de ver aterrizar en nuestra isla a un grupo de mujeres escasas de ropa ,con úteros fertiles, ya que lo que más necesitamos en este momento es reproducirnos a nuestras anchas como conejos ingleses en tierras australianas ,aunque el general Adama insista en que es más importante la guerra con los Cylons.
sin féminas estamos condenados a la cruda extinción por celibato.
10.03.10


El agua de batería , el ron de Morgan, las galletitas de jengibre, el pan élfico,la mermelada de orquídea, los plátanos en almíbar y demás proviciones se están agotando.

16.03.10
No he tenido otra salida (envenenar las viandas ya no es una opción) que racionar la comida y el sueño lo cual no tiene muy contento al sindicato.
además he tenido que reforzar la seguridad en las inmediaciones a causa de los lobos, y esa dama negra con la oz en mano que asechan al campamento.
20.03.10
Creo que no se me escapa nadie en el obituario la lista estava más larga que una barba ZZ Top.
El haber arrojado un par de espadas Jedi entre los hambrientos, solucionó nuestro problema de racionamiento de comida.
30.03.10